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Raquel Paredes -

Nutricionista

destacada Raquel Paredes
"Mi objetivo como profesional es generar personas conscientes, con poder de decisión sobre su alimentación"

Raquel es licenciada en Nutrición de la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña en nutrición hospitalaria en el reconocido Hospital Universitario Fundación Favaloro. También atiende pacientes particulares en versión online desde que comenzó la pandemia, y paralelamente da clases de gimnasia y spinning varias veces por semana. Finalmente, Raquel es profesora de la materia “Evaluación del estado nutricional en la Universidad de la Fundación Favaloro. 

Raquel se autodefine como nutricionista las 24 horas. Su interés y pasión por la nutrición y la alimentación comenzó en el colegio secundario; por otro lado, también muy interesada por la medicina, logró combinar estas dos áreas del conocimiento profesional al ingresar hace 5 años a trabajar en el Hospital Favaloro. Allí había realizado las prácticas que la carrera le exigía en el último año, quedó en contacto, insistió, escribió y llamó muchas veces hasta que se liberó un cupo y pudo entrar a ocuparlo. 

 

¿Por qué señalas que sos nutricionista más allá del horario laboral? 

Tengo una “deformación profesional” súper importante, porque siempre me planifico qué comidas voy a consumir o cuántas proteínas voy a poner en el desayuno o en la merienda. Los nutricionistas planificamos y organizamos para saber qué comprar y qué tener, por eso en mi freezer tenés todo. Voy a un restaurante y me fijo bien qué me pido, con qué verduras viene el plato, cuando compro algo en el supermercado leo los ingredientes del producto. Yo digo que los nutricionistas estamos de guardia las 24 horas: vas a una reunión con amigos y estás atendiendo gente, siempre te preguntan, porque la nutrición es algo que nos afecta a todos, me piden opinión o sugerencias sobre la comida. Y yo celebro que haya ganas de aprender y de saber, por eso siempre estoy. Además soy apasionada y me gusta explicar, entonces me pongo en modo docente -¡e incluso levanto la voz!-, pongo mucha energía en comunicar.

 

¿Cómo te definirías a la hora de relacionarte con tus pacientes?

Me considero muy pedagógica, explico todo, y comunico también mi pasión por el deporte, no te digo solamente sí o no a cada alimento, trato de explicarte qué hace cada uno, por qué necesitas esto y no aquello. Paso mucho tiempo con mis pacientes, me tomo el tiempo necesario para explicar el porqué de cada acción a seguir. Para mí, es fundamental generar personas conscientes, con poder de decisión, que entiendan por qué hacen las cosas. Los nutricionistas cada vez le damos más importancia a los hábitos y a las conductas alimentarias, a educar y no tanto a cuánto pesas. Si bajás 5 kilos en 10 años cambiando hábitos vamos por ahí, si bajas 5 kilos en dos semanas sin ninguna enseñanza no sirve, el peso está en un plano secundario.

 

¿Cuánto hay de colectivo y de individual en el cambio de alimentación?

Justamente, el otro día escuché a un científico que contaba que hizo un estudio a pacientes con problemas cardíacos y les decían que para no morir tenían que hacer cambios de hábitos alimentarios: no comer más chacinados, embutidos. Sólo el 10% logró hacer los cambios. Es muy difícil generar cambios de hábitos, y es un poco de todo en conjunto, porque si sos una persona con malos hábitos alimentarios o tenés una familia con malos hábitos, es necesario tomar conciencia y salir de eso, y muchas veces el que quiere comer bien es tratado como un aguafiestas. 

 

¿Qué cambios ves necesarios desde las leyes además de la Ley de Etiquetado frontal?

Yo propondría subvencionar los alimentos saludables o que no tengan IVA o reducirlo, reducir el precio de las legumbres o frutos secos, que te den ganas de comprarlos no sólo porque son sanos sino que te convenga económicamente, que veas ahí la diferencia en un marco de políticas de salud, y que te salga caro consumir una gaseosa, que está demostrado el daño a la salud que produce, sobre todo en los niños. 

 

¿Cómo es la situación en Argentina respecto a la obesidad?

Casi 7 personas de cada 10 tienen sobrepeso u obesidad, es una cifra alarmante... Pienso en esto y hago una autocrítica, hay algo que no está bien, no estamos llegando, y cada vez hay más gente que estudia nutrición en Argentina. Somos los nuevos psicólogos. Desde que terminé la carrera, hace casi 10 años, vi cambios a peor en la sociedad en cuanto a nutrición. La Encuesta Nacional de Nutrición y Salud ENNYS, que proporciona información sobre aspectos relacionados con la nutrición a través de la evaluación de numerosas dimensiones en Argentina, muestra cómo va empeorando el nivel de sobrepeso y obesidad, aunque han mejorado los niveles que miden hipertensión y consumo de sal porque se tomaron políticas al respecto, al igual que disminuyó el consumo de tabaco. La verdad es que todavía no se hizo mucho en materia de alimentos, creo que la Ley de Etiquetado va a ser la primera medida importante que vamos a tener y luego, una vez aplicada, veremos qué nos da.

 

A Raquel le encanta cocinar y es vegetariana hace 20 años, considera que la alimentación basada en plantas es una de las mejores por sus altos beneficios en la salud y por la sustentabilidad ambiental. “En todos estos años, la nutrición vegetariana creció un montón a nivel conocimiento, antes uno era vegetariano comiendo fideos, arroz y milanesa de soja, en el 2000 no encontrabas fácilmente una dietética. Esto cambió mucho y creo que los profesionales de la salud tenemos más conocimientos sobre eso, aunque falta un montón”.  

Encarar un tratamiento alimentario con pacientes conlleva muchas alegrías y frustraciones, sobre todo con personas que no logran hacer el click hacia una alimentación saludable o para llevar adelante el plan nutricional que les propone. Dice que los pacientes más difíciles son los que vienen derivados, y están en la etapa de negación: no les importa lo que tienen, no están en sintonía ni con ganas de hacer algo al respecto. 

Al respecto, Raquel señala: “Mucho de lo nutricional viene con un mambo psicológico importantísimo, y para eso aún no están preparados los actuales nutricionistas, sólo tenemos un cuatrimestre en la facultad donde vemos bulimia y anorexia, muchas veces notás que hay problemas psicológicos, sobre todo en personas que tienen mucha ansiedad, y te das cuenta de que no es la comida, que hay otra cosa detrás. Ahí les sugerís que inicien una terapia, porque no son mi especialidad los problemas de ansiedad, yo puedo enseñar cómo comer pero si hay algo que te lleva a hacer eso desmedidamente, hay que saber por qué”. 

Hoy, Raquel divide su desarrollo profesional entre la nutrición hospitalaria en Favaloro, donde atiende un espectro muy amplio de pacientes internados por diferentes patologías, y su consultorio particular.En el Hospital atiende pacientes que no tienen ningún problema y a los que se les puede adecuar la alimentación en base a sus gustos, y a otros más complicados “donde hay que hacer screening nutricional, es decir ver el estado nutricional, o evaluar si necesitan soporte nutricional y adecuar a su caso particular; por ejemplo, hay patologías a nivel intestinal, donde la nutrición es más detallada”. 

Ésos son los casos que representan desafíos y en los que es necesario hacer interconsultas con médicos y, en palabras de Raquel, “ahí se matchea mi gusto por la medicina y la nutrición”. Es que justamente, desde el primer momento en que el paciente sale del quirófano, ya se está pensando en la alimentación integral, y el proceso empieza desde cero, ya que no se trata sólo de la nutrición en la comida. Raquel asegura que la nutrición del paciente internado es muy importante porque se está viendo que un paciente bien nutrido tiene menos problemas hospitalarios y mejor pronóstico, y eso ayuda a que salga mucho más rápido de la internación.

Por otro lado, el pasaje a la virtualidad le resultó muy positivo en cuanto a la atención de su consultorio particular, ya que en nutrición, a diferencia de otras especialidades médicas, los pacientes faltan mucho, y en este año y medio de pandemia notó que eso se revirtió. En su consultorio online, se dedica más a la alimentación vegetariana y vegana. “Creo que la alimentación basada en plantas es el camino, no sé en Argentina, que es un país carnívoro, pero disminuir el consumo animal, tener más conciencia a la hora de elegir los alimentos, darle importancia al etiquetado, es esencial para generar personas independientes a la hora de decidir qué comer”, señala. 

Para su futuro profesional, Raquel ambiciona poder trabajar en equipo, de manera conjunta e interdisciplinaria, así como que se produzcan mejoras en las condiciones laborales de los nutricionistas, quienes aún no cuentan con un convenio laboral propio de la especialidad.