Tengo 48 años trabajo como gasista. Este oficio surgió por una idea de mi hermana Analía, ella hizo su casa por medio del programa Procrear y el gobierno provincial estaba realizando el tendido de ramales troncales de gasoducto para que llegue a todas las comunas ciudades y pueblos de la provincia.
Entonces le dije - Yo voy a estudiar y hacer tu conexión de gas
Estudié en el centro de capacitación de la Secretaria de Equidad y empleo de la provincia de Córdoba. Cumplí las horas cátedras exigidas y recibí el título de instaladora gasista el año pasado. Desde el primero de marzo tengo mi matrícula.
Aprendí mucho en las obras y agradezco a mis compañeros y colegas la experiencia que me transmiten día a día.
Mi trabajo es interesante porque me invita a superarme todos los días, como también conocer las vicisitudes de la gente.
Me consultan muchas mujeres sorprendidas y asombradas por el oficio que elegí, me preguntan frecuentemente si soy matriculada. Las señora que trabajan me llaman para que revise su instalación o sus artefactos, los hombres se sorprenden más y desconfían hasta que les soluciono algún inconveniente.
Pertenezco a un colectivo de mujeres llamado Empoderadas de Córdoba
Hace unos meses fui invitada como oradora del encuentro.
Me llenó de satisfacción ver que muchas mujeres admiran mi oficio, me ayudan a crecer emocionalmente y seguir adelante como mujer emprendedora.
Además encontré un grupo de mujeres gasistas donde me siento apoyada y contenida, es un aprendizaje constante en mi día.
Un día fui a ayudar un compañero a revisar un calefón ya q él no tenía matrícula. Llegamos al domicilio y nos recibe el dueño de casa, un señor mayor. Saluda a mi compañero y muy amable el señor le dice - vino con la compañera . - Sí, le responde.
Se había salido la carcasa del calefón y viendo que no era un inconveniente de gas mi compañero descubre que el desperfecto era en uno de los caños de agua.
Me puse a conversar con el señor y el nieto, me preguntaban si siempre voy a trabajar con mi compañero. Yo le respondo que en esa oportunidad para corroborar que el desperfecto no era de gas.
Sorprendidos me preguntan si no eramos compañeros. Sí ,somos compañeros de clases pero no somos pareja y nos reímos.
Mi compañero le cuenta que la matriculada era yo, no él. Terminamos todos riendo por la confusión.
El trabajo para mi es aprendizaje, paciencia, objetividad y responsabilidad.
Transmito mi conocimiento para prevenir consecuencias que impliquen el mal uso de los artefactos, el mantenimiento y limpieza de los mismos.